1995-2020 ¡Celebramos 25 años!
Si hemos llegado hasta aquí, ha sido gracias a todos nuestros clientes, colaboradores y amigos.Hoy tuvimos ocasión de compartir una comida con Lolo y Vanessa Chousa, artífices de Ingapan.
Ingapan ha sido sin duda, una empresa muy importante en la vida de Micral, que nos ha acompañado desde nuestros inicios, y a la que hemos tenido el privilegio de ver crecer, aprender con ella y que, además, nos ha servido de estímulo cada día, para vencer nuevos retos. Y sin duda alguna, Lolo, su fundador, es un grandísimo empresario, con grandes y claras ideas.
Aunque hace 25 años éramos todos muy jóvenes, ya se intuía hasta dónde podía llegar Ingapan. Los ingredientes, según lo que él mismo nos han dicho, no han sido otros que las ganas de un chaval por quitarse el uniforme de panadero, la confianza de su padre, Manuel, en que lo que proponía su hijo podía ser grande, observar todo lo que le rodeaba aquí y allá dentro del mundo de la panadería, y el buen olfato para lo que podía funcionar. Y aunque todo empezó, en cierto modo, de casualidad, por hacerse cargo de otra empresa que entonces tenía problemas económicos, pronto Lolo, su hermano Rubén y su amigo Roberto, hicieron piña y repartieron tareas, para que de esa idea saliera algo grande. “Sólo” había que salir fuera, y como buenos olfateadores no dejar rincón. Como buen empresario también se equivocó en ocasiones, e incluso tuvo que pelear frente a las reticencias del gremio, por defender esas ideas locas como envasar el pan del supermercado, congelar el pan, inventar la tarta de almendra “gourmet” o hacer un brazo de gitano congelado. Pero acertó ¡y vaya si acertó!, con esas y con otras grandes ideas. El lo resume en esfuerzo, locura, suerte, espíritu innovador, saber escuchar, saber observar y, sobre todo, confiar en alcanzar algún día un objetivo que, en su cabeza, estaba claro. Lolo transmite el mismo entusiasmo que el que emplearía si volviera a empezar, y nos cuenta muchas anécdotas, como la de destinar parte de la nave del Ceao, a cancha de baloncesto cuando todavía sobraba espacio.
Hoy han dado el relevo a una grande de las masas congeladas, como Europastry y ellos seguirán su camino, hacia otros horizontes, pero sin perder ni una pizca de ese espíritu que sólo algunos grandes tienen.
¡Gracias Ingapan!